Fase 3: De mimar la microbiota

Esta última fase ya casi ni la podríamos considerar una fase propiamente dicha. Porque esta fase ya no se podría considerar baja en FODMAPs. Pero para mí es la más importante.

Mucha gente considera esta fase como una oportunidad de volver a comer lo que comían hasta ahora, pero yo digo: «si lo que has comido hasta ahora te ha llevado aquí, ¡es que igual algo habría que cambiar!»

Esta fase me gusta verla como una oportunidad de pensar en nuestros bichitos como nunca lo hemos hecho hasta ahora. No pensando tanto en nuestras necesidades nutricionales como en las suyas. Una oportunidad de comer cosas que hasta ahora no habíamos probado y que podemos seguir incorporando en nuestra nueva rutina de comidas. Una oportunidad de pensar en nuestras abuelas y lo acertadas que estaban como sus pequeños detalles que sí que marcaban la diferencia.

Es una fase de reinventarse, de intentar añadir el mayor número de alimentos posibles, de intentar añadir fibras de todo tipo… y por supuesto, de añadir también bichitos, gracias al poder que tienen los alimentos fermentados. Queremos que dentro de nuestro intestino haya una selva, un ecosistema que nos haga estar sanos y fuertes… y ya sabemos que la fortaleza de una selva está en la mayor variedad de especies que vivan allí.