Huevos de pata con arroz, aguacate y brotes verdes

Que levante la mano quién disfruta más de la yema del huevo que de la clara 🙋


Pues entonces tenéis que probar los huevos de pata, son pura y deliciosa yema. Que sí, que ya sé que no se encuentran en el súper fácilmente, pero si tenéis oportunidad de probarlos, no lo dudéis. Ya sabéis lo que insisto siempre yo con lo de variar… sí, sí, hasta de huevos! 😁

Y si son huevos normales, que sean caseros o de gallinas lo mejor tratadas posibles (códigos 0 o 1 en el súper), con la clara bien cocinada y la yema en su punto, para conservar al máximo sus nutrientes. Los podéis acompañar con un poco de arroz basmati aderezado con semillas de sésamo molido, un cuarto de aguacate y una ensalada de brotes baby variados con dos fresas y medio kiwi. Porque sí, la fruta también la podemos incluir dentro de nuestras comidas, y no tomarla necesariamente de postre. A veces es más fácil de digerir así, en pequeñas dosis y junto una pequeña ensalada que aderezaremos con aceite de oliva de calidad y vinagre de manzana sin pasteurizar. Esta ayuda extra del vinagre nos va a ayudar a bajar la acidez estomacal y que nuestra comida se digiera mucho mejor.

Hoy de especia final tocó eneldo, que tiene un toque muy particular. ¡A disfrutar! 😋

Mijo con sardinillas, zanahorias y ensalada

Hay días que no hay tiempo para cocinar. Eso es una realidad. Hoy os propongo un plato bajo en FODMAPs que nos podemos montar en menos de 5 minutos, siempre y cuando tengamos algunas cosillas preparadas en la nevera (¡el famoso Batch-cooking!).

Tener un carbohidrato cocido en la nevera siempre es un gran aliado, tanto para preparar comidas rápidas como para darle almidón resistente a nuestras bacterias. En este caso, teníamos mijo, un cereal poco conocido, pero que tiene un sabor suave y dulzón y puede ser una buena opción para no acabar siempre tomando arroz blanco, que nos conocemos 😉

Después abrimos una lata de sardinillas, cortamos unas rodajas de zanahoria, rescatamos un poco de rúcula, añadimos unas aceitunas y unas pepitas de granada (esto puede que sea lo que más tiempo nos lleve). Aderezamos con un poquito de aceite de oliva y un chorrito de lima.

Lo que veis espolvoreado encima del mijo es un mix de distintas setas deshidratadas. Es otra opción para añadir ingredientes diferentes, de forma cómoda y pudiendo echar solo pequeñas cantidades, que es lo que siempre buscamos: mucha variedad de alimentos en pequeñas cantidades para alimentar al mayor número de bichitos posibles sin que nos den síntomas. Además de añadir sabores distintos a nuestro paladar y no aburrirnos 🙂

Pan de nueces con yogur de coco y frambuesas

Seguimos innovando con los panes hechos en el micro, tan rápidos y tan versátiles. Con la receta de hoy saldrán dos panecillos, ideal para compartir el desayuno con otra persona o para dejar preparado el desayuno del día siguiente 🙂
 

Necesitamos:

  • 2 huevos
  • 2 cucharada de nueces de macadamia y 1 cucharada de nueces pecanas remojadas
  • 2 cucharadas de yogur de coco
  • 1 cucharadita de levadura química o bicarbonato (solo si la toleráis, ya que es solo para que quede una textura más esponjosa)
  • Especias al gusto: canela, cacao y unas gotitas de esencia de vainilla, en este caso.

Las nueces de macadamia y las nueces pecanas las dejamos en remojo unas horas o la noche anterior si nos acordamos. Y lo mismo con la semillas de chía que tendremos que dejarlas a remojo para que suelten bien sus mucílagos. Mezclamos todos los ingredientes y batimos. Si le hemos echado levadura, esperamos dos minutos para que se gasifique más la masa. Repartimos en dos tazas y las ponemos 5 minutos al micro cada una. Queda muy esponjoso, pese a no utilizar ninguna harina.

Después lo podéis acompañar con el yogur de coco (que ya que lo hemos abierto para la receta, lo reutilizamos, jeje) y unos frutos rojos, como unas ricas frambuesas. ¡Buen provecho!

Ensalada de quinoa con pavo, nueces remojadas y tahini.

Hoy hablamos de los frutos secos y de la eterna pregunta: ¿mejor crudos o tostados?

Pues, como siempre, depende. Partimos de la base de que los frutos secos tienen muchos antinutrientes, así que algo tendremos que hacer para intentar reducirlos. Si los compramos crudos, lo ideal sería que los dejáramos en remojo y que estos antinutrientes, al igual que algunos FODMAPs, se quedasen en el agua del remojo. Si no vamos a tener tiempo de dejarlos en remojo, o nos vamos a olvidar, o directamente no nos gusta su tacto una vez remojados, lo mejor es que los compremos tostados (nunca fritos). Hay otra opción, pero ya implica algo más de tiempo, que sería comprarlos crudos y tostarlos en casa en una sartén, ya que sería un tostado mucho más respetuoso que el que hace la industria, no cabe duda.

Hoy os doy una idea para tomar los frutos secos remojados si no os gusta mucho su textura para tomarlos solos, y es combinarlos con nuestro plato principal. En este caso, hemos hecho una ensalada de quinoa con tiras de pavo a la plancha, anacardos y nueces remojadas con un poco de tahini, aceite de oliva y un poco cebollino cortado muy finito para dar el toque final.

La quinoa es rica en saponinas, otro antinutriente, así que deberemos lavarla muy bien antes de cocinarla. Y recordad que una ración de 150 gramos (peso en cocido) es baja en FODMAPs 🙂

Hamburguesa de ternera con tallarines de arroz, salsa de tahini y garbanzos

Hoy introducimos los garbanzos… Sí, las temidas legumbres 🙂
Pero no hay que alarmarse que, como siempre, lo haremos en pequeña cantidad y con todos los trucos posibles, ya que es probable que haga mucho tiempo que vuestras bacterias no saboreen unos ricos restos de garbanzos.

Como os digo siempre, elegiremos un plato «seguro» que sepamos que no nos dé problemas. Hoy, por ejemplo, hamburguesa de ternera de buena calidad con tallarines de arroz y salsa de tahini con aceite de oliva como aporte de grasa y de sabor.

Después cogeremos garbanzos de bote (tienen menos FODMAPs) y los lavaremos bien, y como vamos a echar solo un pequeño puñado, yo os diría que le quitaseis las pielecillas de fuera. De verdad que se le quitan muy fácil y bueno, cuanto más sencillo se lo pongamos a nuestros bichitos, mejor. Por lo menos para introducirlos por primera vez 🙂

Y ya me conocéis, podemos añadir algún ingrediente más como la levadura nutricional y unas hojitas de hierbabuena o de la hierba aromática que más os guste. Innovad en los sabores, que pequeños cambios marcan mucho la diferencia, y así no parecerá que estéis comiendo siempre lo mismo!

Lubina a la plancha con arroz blanco y aguacate

Hay gente que le tiene mucho miedo al aguacate en una Dieta Fodmap. Y sí, es cierto que es rico en sorbitol, pero tiene otras tantísimas propiedades interesantes, que a mí me gusta que lo intentéis introducir cuanto antes.

Podéis buscar una comida «segura» vuestra, como por ejemplo, una lubina a la plancha con arroz, y ahí añadir una pequeña ración de aguacate. Podéis empezar por un cuarto, o medio aguacate (que hay algunos que son muy chiquititos).

El aguacate nos aporta además una ración de grasa saludable, pero podemos añadir algo más de grasa, como algún fruto seco y un poco de aceite de oliva en crudo encima de nuestro pescado. No nos olvidamos tampoco de nuestro toque de hierbas aromáticas, como cebollino, cilantro y perejil, en este caso, y un poco de lima para un toque extra.

En las dietas bajas en FODMAPs, al reducir las frutas y las verduras, a veces se peca de bajar también la cantidad de vitamina C. Si añadimos un poco de aliño de limón o de lima a nuestros platos podemos aumentar esa cantidad de vitamina C sin que nos aumenten los síntomas digestivos. O también podríamos rallar parte de la piel de limón (si es ecológico), porque la piel de los cítricos tiene un montón de flavonoides muy interesante para nuestros bichitos. Siempre se pueden hacer pequeños gestos que nos ayuden a tener una microbiota más contenta 🙂

Gofres de coco, almendra, avena y arándanos

Me soléis preguntar mucho si los famosos «panes de micro» se podrían hacer en otro formato. ¡Claro que sí! Con la misma receta de siempre, podemos usar el micro, el horno, la sartén, la sandwichera o incluso la gofrera.

Así que si tenéis una de esas famosas gofreras, os podéis preparar unos gofres mucho más saludables que los convencionales y aptos para Dieta Fodmap 😉

Estos llevan dos huevos, una cucharada sopera de almendra molida, una cucharada de coco rallado, una cucharada de copos de avena, una cucharada de aceite, un poco de canela y una cucharada de arándanos en la propia masa, porque así conseguimos ese puntito de dulzor. También podríamos añadir medio plátano o un plátano pequeño en vez de los arándanos. Añadir alguna fruta apta es una buena opción cuando buscamos endulzar nuestras masas.

Batimos todo junto, metemos en la gofrera, esperemos a que esté listo y ¡a disfrutar! 😋

Fiambre de pavo casero con huevo y brotes verdes

A veces encontrar un fiambre de pavo en el súper que no tenga aditivos o ingredientes indeseados es tarea difícil. Por eso yo suelo recomendar hacer el fiambre de pavo casero y nos evitamos esos quebraderos de cabeza. Porque, además, es súper sencillo y muy socorrido.

Solo tenemos que comprar las pechugas de pavo frescas y enteras, y untarlas bien con aceite, sal y las especias que queramos: orégano, albahaca, cúrcuma, pimienta… (mejor evitaremos ajo o cebolla en polvo). O también podemos untarlas solo con aceite de oliva y sal, para conseguir un fiambre neutro, y después añadir las especias que queramos una vez en el plato. Esto es muy versátil. Las meteremos en el horno a 180º durante 45 minutos más o menos y ya tendremos nuestro fiambre listo.

Si lo queremos cortar en lonchas finitas será mejor que lo dejemos enfriar primero, y si lo queremos usar en plan lonchas gorditas, puedes sacarlo directamente del horno y servírtelo en plan plato de comida. En la foto: fiambre de pavo con especias aparte (canela, cúrcuma, jengibre y pimienta), con variado de brotes verdes y dos huevos a la plancha.

A mí me gusta hacer varias pechugas de pavo a la vez, porque son muy cómodas para congelar e ir sacando según necesidades 🙂

Crepe de sarraceno, jamón ibérico, huevos de codorniz y nueces pecanas

Aunque la versión «crunchy» del crepe de sarraceno está muy bien, también podemos hacer la misma versión blanda, tipo crepe de toda la vida, como una opción rápida para desayunar, comer o cenar.

Crepe de trigo sarraceno con jamón ibérico, huevos de codorniz, nueces pecanas y canónigos.

¿Y por qué huevos de codorniz? Porque yo soy la pesada de que lo importante está en la variedad. ¡Y más cuando estamos haciendo cualquier tipo de dieta restrictiva! Así que en vez de usar siempre huevos de gallina, algún día podríamos intercambiarlos por huevos de codorniz, que son fáciles de conseguir en cualquier súper. Y así, aunque estemos comiendo «huevos», su composición a nivel de micronutrientes siempre será diferente.

¿Sabíais que los huevos de codorniz tienen el doble de hierro que los de gallina? No los infravaloréis por venir en formato mini, jeje. Que además, están muy ricos.

¡A disfrutar!

Pechugas de pollo con acelgas rehogadas con jamón

A veces tenemos la sensación de que en una dieta baja en FODMAPs no podemos comer verduras. Y no es así, de hecho, son una parte muy importante, y aunque es cierto que a veces tenemos que jugar con ellas (y sus cantidades), no tenemos que tenerles miedo.

Hoy os propongo una manera de introducir las acelgas, como un acompañante a nuestras siempre fieles pechugas de pollo a la plancha 🙂

Así nos preparamos un rico con plato con nuestras pechugas de pollo y un rehogado de acelgas con taquitos de jamón (por eso de darles gracia y un mejor saborcillo), y después añadimos tres coquitos de Brasil (para dar un crunchy extra), y añadimos un poco de aceite en crudo, ya sea un rico aceite de oliva, un aceite de lino o algún aceite infusionado, que nos aportará un mejor sabor y multitud de antioxidantes beneficiosos. No hay que olvidar que cuando hacemos una comida muy baja en hidratos, tenemos que tener muy presente el aporte de grasas.

Y ya para terminar, nuestro toque de cebollino picadito por encima y alguna hoja aromática, como la hierbabuena, que parece que solo sirve para los mojitos, pero que le da un toque muy diferente a cualquier plato 😉